Esta Red Televisiva No Le Está Contando A Su Audiencia La Historia Completa Sobre La Supresión Del Derecho Al Voto

Originalmente publicado el 13 de Noviembre de 2014 por Meagan Hatcher-Mays y traducido al español por el equipo de Media Matters.

Un estudio reciente indicó que la audiencia de Fox News tiene mayores probabilidades -- en comparación con las audiencias de otros canales de noticias -- de creer que el fraude electoral es un problema más significativo que la supresión del derecho al voto, un resultado poco sorprendente considerando los reportes engañosos de Fox News sobre temas como las leyes de identificación electoral y el fraude electoral en persona.

Los medios conservadores han defendido repetidamente la necesidad de leyes de identificación electoral más estrictas mientras niegan la realidad de la supresión del voto -- particularmente en el margen de las elecciones de medio período. En la edición del 2 de noviembre de 2014 deAmerica's News HQ, Hans von Spakovsky, colaborador del medio digitalNational Review Online,argumentó que “no era cierto” que leyes más estrictas de identificación electoral puedan “suprimir a los votantes que pertenecen a minorías”, a pesar de que ha habido ejemplos concretos de personas de color, mujeres, y personas en condiciones de pobreza que han sido alejados de las urnas en las últimas elecciones por no tener el tipo de identificación necesario para votar. No obstante de que una corte federal ha calificado una de las leyes de identificación electoral como "un impuesto electoral inconstitucional," los medios de la derecha conservadora se han referido previamente a estos estrictos requisitos  de identificación electoral como "una cosa buena."

Fox News resucitó el tema de cómo las severas leyes de identificación electoral son supuestamente inofensivas en la edición del 12 de noviembre de 2014 de The O'Reilly Factor. El presentador Bill O'Reilly rechazó el hallazgo de una corte federal de que la implementación de las nuevas leyes electorales de Texas “podrían prevenir el voto en persona de más de 600,000 votantes texanos registrados (alrededor del 4.5 por ciento de todos los votantes registrados) por no contar con la identificación requerida,” como notó Ruth Bader Ginsburg, magistrada de la Corte Suprema, en su resolución disidente del fallo en el que la Corte Suprema rechazó bloquear la ley. El invitado de O'Reilly, su colega de Fox News, el presentador Eric Shawn, concluyó que la predicción de Ginsburg “no es verdad” porque una investigación del Brennan Center for Justice en que se recopilaron los casos de votantes previamente privados de sus derechos listaba solo “unas 12” personas que no habían logrado votar en Texas:

   

Segmentos como el anterior en el programa The O'Reilly Factor pueden servir para explicar por qué la audiencia de Fox News cree de manera desproporcionada que el fraude electoral es un problema más grande que la supresión del derecho al voto, a pesar de toda la evidencia que demuestra lo contrario. Como lo reportó Talking Points Memo, un nuevo estudio del Public Religion Research Institute sugiere que “la gente que considera a Fox News su fuente más confiable de noticias dicen que 'la gente que vota sin cumplir los requisitos necesarios son el problema más grande, mientras que la gente que confía en otras fuentes de noticias (CNN, canales de difusión masiva o televisión pública), dicen que el problema más grande al día de hoy es que a votantes que cumplen con los requisitos se les niegue el derecho a votar.”

Pero de acuerdo al juez de la corte federal que anuló la ley de Texas que discutieron O'Reilly y Shawn, “cabe preguntarse si hubiera sido necesario cambiar la ley” ya que solo han existido cuatro instancias de fraude electoral en persona, y solo dos de ellas ocurrieron con anterioridad a la ejecución de la ley de identificación electoral. Incluso si fuera verdad que solamente a 12 texanos se les negó el derecho al voto debido a los difíciles requisitos de identificación electoral, estas son instancias más específicas de supresión que de fraude -- de lo que Shawn no ofreció ningún ejemplo. Como Emily Badger del Washington Post ha señalado, es extraño que alguien acepte crear un problema electoral que es más grande que el supuesto problema que se pretende resolver:

Lo que resalta de este argumento es la idea de que cualquier privación de derechos es aceptable, cuando el racional principal detrás de las leyes de identificación electoral en primer lugar es que ningún fraude electoral lo es.

Investigadores han documentado repetidamente que el fraude electoral -- especialmente del tipo que se puede desenmascarar por medio de leyes de identificación electoral -- es excepcional. Los defensores de las leyes de identificación electoral no siempre disputan esto. Pero dicen a menudo, como el Gobernador de Wisconsin Scott Walker, que la escala del fraude electoral es irrelevante.

[...]

Si uno es absolutista en cuanto a las elecciones se refiere y considera que cada caso de fraude electoral que es evitado por las leyes de identificación electoral justifica su existencia, entonces no tiene sentido que también se argumente que cualquier número de personas privadas de sus derechos por la creación de estas leyes son simplemente el costo de proteger la democracia.

El fraude electoral en persona -- el único tipo de fraude que leyes más estrictas de identificación electoral podrían prevenir -- es virtualmente inexistente. Un estudio reciente buscó “cualquier denuncia específica y creíble de que alguien pueda haber tratado de hacerse pasar por otra persona en las urnas, de cualquier manera que una ley más estricta de identificación electoral pudiera prevenir” y encontró solamente 31 casos potenciales de fraude de entre 1 millon de millones de votos realizados desde 2000.

Más aún, existe evidencia que sugiere que las nuevas restricciones electorales han afectado a más de 12 votantes y que pueden haber tenido efecto en los resultados de elecciones sumamente cerradas. De acuerdo al Brennan Center, “en varias elecciones de importancia, el margen de victoria se acercó bastante al margen de personas privadas de sus derechos.” En North Carolina, que implementó la peor ley de supresión del voto en todo el país casi inmediatamente después de que la Corte Suprema anulara parte de la Ley de Derechos Electorales en 2013, la Senadora Kay Hagan (D) fue derrotada por el republicano Thom Tillis por solamente 48,000 votos. Como explica el Brennan Center, las nuevas restricciones al voto en North Carolina -- que eliminaron la posibilidad de registrarse el mismo día de las elecciones y la de votar con anticipación -- bien podrían haber influenciado el resultado de la competencia por el Senado:

Algunas cifras de elecciones recientes sugieren que la magnitud del problema no está alejada del margen de victoria: en las últimas elecciones de medio período en 2010, 200,000 votantes ejercieron el voto de manera anticipada, ahora anulada por medio de una reciente resolución judicial. En 2012, 700,000 votaron durante esos días, incluyendo a más de un cuarto de todos los afro-americanos que ejercieron su voto ese año. En 2012, 100,000 residentes de North Carolina, de los que casi un tercio son afro-americanos, votaron registrándose el mismo día de la elección, cosa que no estuvo disponible este año. Y 7,500 lograron votar fuera de sus precintos electorales ese año.

También hubo un número elevado de llamadas dirigidas al centro de llamadas para Protección Electoral, un proyecto del Lawyers' Committee for Civil Rights Under Law, de votantes que encontraron obstáculos cuando intentaron ejercer el voto. De acuerdo a The New Republic, un volúmen importante de llamadas vinieron de Texas y de Georgia, estados con estrictas leyes de identificación electoral. Policyshop, el blog del centro de pensamiento progresista Demos, explicó que las estadísticas de abstencionismo en estos estados son problemáticas porque “en promedio, los estados con requisitos de identificación electoral tenían 4.4 puntos porcentuales menos asistencia a las urnas que aquellos que no tienen estas leyes.” La publicación también decía: “Dado que las leyes de identificación electoral generalmente pasan en estados con competencias electorales cerradas, esperaríamos ver mayor asistencia.”

Puede que sea imposible saber alguna vez cuántos cuántos votantes fueron privados de sus derechos en la última elección o a cuántos se les impidió votar como resultado directo de las leyes más estrictas de identificación electoral. Pero como el colaborador de MSNBC Zachary Roth reportó, incluso a pesar de que “nadie sabe” a cuántos votantes se les impidió ejercer su derecho, “no hay duda de que el número de votantes privados de sus derechos es superior a la cantidad de votos fraudulentos que estas estrictas leyes previnieron.”